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martes, 2 de junio de 2015

Doña Josefina una abuela que pide ayuda para sus nietos

María Nicolasa Lujan de 55 a quien en el pueblo de la localidad de Desiderio Tello la conocen como “Josefina”, nos cuenta una conmovedora historia sobre sus tres nietos, quienes quedaron huérfanos de padre y madre.

Se trata de Nahuel, Arnaldo y Lutmila, quienes quedaron huérfanos desde hace 4 años. Sus padres y una hermanita de tres años murieron en un accidente de tránsito en cercanías a Ulapes el 30 de enero de 2011.

Desde ese momento la abuela “Josefina” asumió el rol de madre para continuar con la crianza de sus nietos. “Todos los días vendo pan casero para darlos de comer”, contó la mujer.

El vínculo inquebrantable entre la abuela y los nietos es sorprendente y conmovedor. “Mi nieta Lutmila ya va cumplir 15 años y ella no me pide que le haga una fiesta, lo único que pide es poder volver a ver a sus padres”, cuenta con sus ojos llenos de lagrimas.

“Yo no quiero una fiesta para mis 15”, responde con su carita triste Lutmila, mientras se dirige a su habitación y trae un cuadro con la fotos de sus padres y una foto de su hermanita y nos muestra, como aun no creyendo que fuera verdad lo ocurrido. “Ella nunca deja de pensar en sus padres y está con tratamiento psicológico”, explica luego la abuela. Agrega que va siempre a la iglesia y también se reúne con grupos de evangelistas como buscando una contención espiritual.

Otras de las preocupaciones con las cuales debe lidiar diariamente la familia es la pobreza. "Mi nieta no tiene zapatillas para ir a la escuela y yo le presto las mías, así no pierde ni un día de clase”, comenta la abuela, tras lo cual solicita ayuda a la comunidad de Chepes para conseguirle un par de zapatillas Nº 38, pantalón talle 42, ropa de abrigo y una cama.

También pide calzado Nº 41 para Arnaldo, otro de sus nietos, quien ya cumplió 16 años. “Mi nieto no va a la escuela porque tiene que trabajar cortando poleo”, dijo la mujer.

Finalmente dijo que ella sufre la enfermedad de Chagas, de riñón y de la visión, sin embargo debe trabajar todos los días para dar de comer a sus nietos. “Ante cobraba un contrato de la municipalidad de $800, pero hace 7 meses que me lo sacaron, pero gracias a Dios ahora ya cobro una pensión no contributiva de $2.300 pesos”, explicó.

Al momento del fatal accidente Lutmila tenía 10 añitos, Arnaldo 12 y Nahuel 14. 


Tello: La conmovedora historia de una abuela que pide ayuda para sus nietos

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