S U M A T E A L C A M B I O

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domingo, 30 de junio de 2013

" El Famoso Colectivero " Carlos Zarate Visito nuestro Pueblo

El pasado fin de semana, y fuego que se conviertiera en uno de los personajes de la semana y  pasara ser  conocido en todo el pais por una nota que le realizara CADENA 3 Argentina,  Carlitos Zarate estuvo visitando Desiderio Tello.

El motivo  fue muy especial, ya que  su  nieto fue bautizado en nuestra iglesia. Su hijo Juan Pablo es futbolista profesional y juega en Gimnacia y Tiro de Salta y quiso  viajar desde esa provincia para el bautismo de su hijo Benjamin.




En la oportunidad "Carlitos" como todos lo conocemos estuvo dialogando con el Padre Gonzalo llorente  y la FM La Voz del Pueblo, donde nos contó que estaba muy contento por el bautismo de su nieto y de volver a su querido Tello.
Nos dijo que "el mes entrante vendrá a compartir un asado con todos sus amigos del pueblo y que quiere tener una conversación con el Intendente Saul"




EL  FAMOSO  COLECTIVERO DE TELLO


El chofer que adornó el colectivo por la primavera

Circula en un coche de Ciudad de Córdoba y le cambia la cara a los que andan arrastrando los pies por el Centro en el inicio de la primavera.

Carlos Zárate, el chofer buenondón (@pablogvaldes).
Carlos Zárate, el chofer buenondón (@pablogvaldes).


21/09/2012 13:13
Carlos Zárate recorre las calles de la ciudad con su bondi, el interno 214 de la línea E de la empresa Ciudad de Córdoba, y le cambia la cara a los que andan arrastrando los pies por el Centro en el día de la Primavera. Todos los años decora su colectivo para la ocasión: guirnaldas, flores y un cartel multicolor de feliz primavera.
Para subir a este bondi es obligatorio sonreír. Carlos asegura que como todos él tiene sus problemas, “pero no los puedo trasladar a mi lugar de trabajo, así que siempre trato de poner buena onda”.
Hace 28 años que Zárate es chofer y nunca dejó que su unidad se apagara en el azul corporativo de Ciudad de Córdoba. Ayer, empezó a decorar su bondi a las 22 y terminó a las 0.30.
Hasta una planta hay dentro del colectivo. “Me la regalaron para el día del amigo y la tengo acá siempre, para que esto tenga más vida”, dice el hombre.
Además del día de la primavera, el bondi de Carlos se viste de fiesta para su cumpleaños y el día del amigo.
"Lo único que me molesta es que cuando hay paro para la gente dice que todos los colectiveros somos un desastre, y eso no es así. Yo tengo compañeros que se me ríen y otros que me apoyan en lo que hago, pero siempre lo voy a seguir haciendo porque me hace bien", dijo el que para nosotros es el más buenondón de todos los choferes del mundo.
¿Alguna vez te subiste a su bondi?


LaVoz.com.ar

Colectivero fuera de serie





Especial

en tiempos en que el mal humor, la pesadumbre y el abatimiento imperan en el ánimo de la gente, y los modales corteses y las palabras gentiles se han convertido en bienes escasos, resulta gratificante comenzar el día con un brebaje de optimismo. Esa es la suerte que corren los cientos de cordobeses que cada jornada se suben a la unidad 209 de la línea de colectivos 55, al mando de Carlos Enrique Zárate, sin dudas el colectivero más simpático de nuestra ciudad.




El trabajo de los choferes de colectivo prevé turnos rotativos. Por estos días, Carlos tiene a cargo el servicio desde las 4 de la madrugada hasta las 10.45 de la mañana, pero ni las estrellas reinando en el firmamento ni la modorra habitual de los madrugadores impiden que este colectivero ponga a funcionar la maquinaria de buena onda que saca a relucir diariamente su singular personalidad.

Desde el momento en que un pasajero apoya el pie en el estribo para subir a su ómnibus, deja de ser un ciudadano anónimo para convertirse en un compañero de viaje, un amigo en la ruta cotidiana de la vida.

Todo empieza con un “buen día” a viva voz que inevitablemente sorprende a todos los que debutan como pasajeros de Zárate, quien logra lo que pocos por estos tiempos: hacer reír a cuanto cordobés se sube a su unidad, sin excepción.

Un amable gesto, como el del saludo no esperado y alguno que otro comentario ocurrente parecen funcionar como disparadores de alegría, estrategia infalible de este colectivero para lograr que todos sus pasajeros se sientan mejor que antes de subir.

Un rasgo identificatorio de su estampa es su corte de pelo, al típico estilo Carlitos Balá, con quien, además del nombre y el buen humor, comparte ese look infantil. Sin embargo, Zárate aclara que su intención nunca fue parecerse al cómico televisivo sino que opta por ese corte por una cuestión práctica. “Tengo el pelo tan lacio que es de la única forma que lo puedo peinar”, explica.



Chofer “pulenta”

Le dicen “el riojano”, porque nació hace 40 años en la vecina provincia. Pero también se ha ganado los motes de “chofer pulenta” o “colectivero loco”, como le dicen con afecto muchos de sus pasajeros. 

“Yo ando bien todos los días —asegura Carlos—, al trabajar tranquilo y con buen humor evito accidentes y disfruto de mi trabajo, además de prevenir úlceras”.

A partir de las 5, el colectivo se llena de operarios fabriles que pretenden prolongar el sueño en el viaje. Pero saben que ello no será posible si Carlos viene al volante. “Este es el colectivero que no nos deja dormir”, dice uno de los pasajeros, aunque se muestra partidario de que se mantengan esos minutos de buen humor al considerar que “son más reparadores que un buen rato de sueño”.

El tránsito alocado, las calles cortadas, los baches y los embotellamientos son problemas constantes que los colectiveros deben sortear a cada paso. Pero ello no es todo; también enfrentan problemas con los pasajeros. “Muchos no tienen cospeles, o se enojan por la demora o pretenden bajarse por adelante”, explica, lo que complica el funcionamiento del servicio. Pero Carlos parece tener un manual de resolución rápida de problemas y convierte cada situación de conflicto en la excusa para la risa y el buen humor.

De repente, una mujer que sube se queja por la demora. “¿Sabe qué pasa, señora?, me retrasé porque me bajé a tomar un café en un bar del centro”, le dice entre risas. Y la mujer, antes ofuscada, también estalla en una carcajada.

Muchos de sus compañeros le dicen que está loco, pero a él no le importa: “No voy a cambiar mi forma de ser, porque así me siento bien y disfruto de lo que hago”.



Feliz y placentero viaje


Carlos no lo sabe, y de seguro tampoco lo aprendió en la escuela primaria, pero su modo de trabajo responde a modernas estrategias de marketing, en las que la excelencia en la atención al cliente es el principal objetivo para mantener su fidelidad al servicio. Por eso, aunque no es su obligación, lava el coche antes de salir a trabajar “para que el pasajero viaje cómodo” y está pendiente de que las personas mayores bajen sin apuro y que no se olviden nada arriba del colectivo.

“Tengo que venir a trabajar porque la gente me está esperando a mí, no quiero que nadie se quede a pata”, dice.

A pesar de sus constantes ocurrencias está pendiente de todos: “La señora que va al Hospital Militar, ya llegamos”, dice en voz alta, para avisar a una pasajera que le dejó esa recomendación. Lo hace con todos, sin distinción.

“Este trabajo es muy estresante y no se lo deseo a nadie”, asegura Carlos, pero enseguida reconoce: “No me imagino haciendo otro laburo; cuando estoy en casa o durante las vacaciones extraño el colectivo y no veo las horas de volver”.

Hace 16 años que Carlos trabaja como chofer de colectivos y ha cosechado muchos amigos. Por eso no se extraña cuando, en la parada de Humberto Primero y Jujuy, las chicas del quiosco emplazado en esa esquina céntrica lo esperan con un mate recién cebado a las 9 de la mañana, del que disfruta mientras el semáforo le impide el paso.

“Con razón no llegamos nunca”, dice un pasajero sorprendido por las atenciones hacia el chofer. Entonces él vuelve la cabeza al interior del colectivo y, alzando el mate, pregunta: “¿Alguien quiere tomarse uno?”.

Mientras sigue el viaje aprovecha para contar que hay pasajeros que le regalan panchos y gaseosas y que una señora siempre lo convida con masas y otra con alfajores. Lo cierto es que, aunque trabaja desde la madrugada, Carlos no pasa por alto el desayuno.

“A mí el pasajero me da muchas cosas”, agrega y se pone serio; sus ojos indican que no se refiere a los mates y los alfajores sino al cariño y al reconocimiento de su especial modo de ser. “Yo me voy bien de trabajar, y cuando llego a mi casa ya estoy pensando en el otro día”.



Mal tiempo, buena cara

Carlos parece no tener problemas, pero lo cierto es que no escapa a la generalidad y también debe afrontar malas épocas. “Siempre estoy cortado con la plata, con seis hijos no hay sueldo que alcance”, comenta.

Dice que hace mucho que quiere ampliar la cocina, pero que apenas si logra llegar a fin de mes. “Si pudiera laburar en otra cosa a la tarde, laburaría para pagar las cuentas”, asegura.

Para engrosar el sueldo hace algunas changas: “Yo me la rebusco; esta tarde, por ejemplo, voy a ir a colocar unas membranas al techo de una vecina”. También colabora con su señora en la casa y, cuando llega temprano, se mete en la cocina y prepara el almuerzo.

“Sueño con sacarme el Quini 6 y dar la vuelta al mundo”, dice; aunque asegura que se conformaría con conocer Brasil o Mar del Plata.

A las 10.45 arriba al final del recorrido. Entrega el coche a su relevo y rinde cuentas de los viajes efectuados. “Hoy corté 276 boletos”, dice. Pero él sabe que los 276 boletos entregados a cambio de los 276 cospeles significan más que eso. Son 276 saludos, matizados con sonrisas, favores, reconocimientos, ayudas y gentilezas. Siembra de buenas ondas y cosecha de risas y nuevos amigos.

En tiempos en que todo se mide con la vara del interés, de la ganancia extra y del rédito económico, parece irreal que alguien se disponga a ser cortés y amable sin más anhelo que imponer el estilo de trabajar todo el tiempo con una sonrisa y contagiarla a los demás. A pesar de todo. 


Lunes, 01 de Julio de 2013
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El chofer buena onda que adornó el colectivo por su cumple
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07:25 | Se trata de Carlos Zárate, del Central E de la empresa Ciudad de Córdoba. “Nos pone de buen humor la forma en que nos trata y la sonrisa que tiene”, contó una oyente a Cadena 3.Carlos Zárate es un chofer de la línea central E de la empresa Ciudad de Córdoba, que circula por las calles de la ciudad poniendo buena onda y haciendo sonreír a los pasajeros.

El lunes pasado, al ser su cumpleaños, "El Riojano" decoró el colectivo con globos y guirnaldas; lo que repite para el Día de la Primavera y el Día del Amigo.

Dora, una oyente, le contó a Cadena 3: “Nos pone de buen humor la forma en que nos trata y la sonrisa que tiene”.

“Mi esposo subió y me contó que puso globos y guirnaldas en el colectivo y hasta un cartel de feliz cumpleaños. Además, invitaba a los pasajeros con caramelos”, precisó.

En diálogo con Cadena 3 Carlos contó que los pasajeros retribuyen su buena predisposición regalándole “de todo”.

El conductor, que trabaja hace 28 años arriba de un colectivo, contó que siempre obsequia “caramelos para el Día del Niño, del Amigo, de la Secretaría, y para todas las fiestas”.

Este chofer también es recordado por dedicarse a tapar baches en las calles de la ciudad.

Asimismo, ante la pregunta respecto de si le han ofrecido algún cargo político, respondió de manera contundente: “Cuando me jubile me voy a postular para intendente porque quiero mejorar el transporte”.

Algunos pasajeros señalaron que Carlos “es muy amable y siempre está de buen humor”.

Otra pasajera indicó: “Siempre viajo y es muy buena persona, así tendrían que ser todos los choferes”.

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